Qué ver y hacer en el Algarve

Siempre tendemos a irnos lo más lejos posible del lugar en el que estamos, muchas veces descuidando aquello que tenemos alrededor. Este es un claro ejemplo de que no hace falta irse a la otra punta del mundo para encontrar grandes playas, en la costa portuguesa, como en muchas otras, ya encontramos maravillas; así que ¡déjate sorprender por la costa portuguesa!

Ruta por el ALGARVE portugués

Aunque se recomienda hacer la ruta en coche (mucha más facilidad y flexibilidad) también es posible realizarla en bus, como la hicimos nosotros. Hay muchas ciudades y pueblos muy interesantes que visitar en la región del Algarve, pero nosotros íbamos con la idea de un viaje para relajarnos entre sol y playa, así que estos fueron los destinos que escogimos.

Primera parada: TAVIRA

Comenzamos la ruta desde Sevilla, por lo que Tavira es una de las primeras ciudades que encuentras desde la frontera española. Se trata de un pueblecito blanco, no muy grande y uno de los pocos lugares del Algarve que no está muy afectado por el turismo. En el centro histórico encontramos una pequeña iglesia y una calle principal repleta de pequeñas tiendecitas que nos llevará hasta la plaza principal del pueblo. En ella podremos comer y descansar para dirigirnos a uno de los lugares más famosos de la ciudad: la isla de Tavira.

Para llegar a la isla, hay que coger un barco que sale desde el puerto, muy cerca del centro, que te llevará directamente hasta ella. Es un viaje de un cuarto de hora aproximadamente y muy barato (ida y vuelta unos 2 euros). La isla de Tavira se encuentra en el Parque Natural de la Ría Formosa y posee una playa de ¡11 Km de longitud! En la isla hay hasta 4 playas, aunque la más visitada, debido a que es la primera que se encuentra, es la Praia de Ilha Tavira, una playa totalmente adaptada para turistas y llena de chiringuitos y bares en los que comer. No dudes en sentarte en alguno de los chiringuitos a relajarte y disfrutar del ambiente relajado que se respira en la isla. 

Puedes dedicarle una tarde entera a disfrutar la isla y sus inmensas playas. 

Segunda parada: FARO

Ya adentrándonos más en Portugal, encontramos la ciudad de Faro, la capital del Algarve. Es una ciudad no muy grande ni repleta de turistas. Esto posiblemente sea debido a que, a pesar de que presenta un gran puerto, Faro no tiene playa. Puede que para muchos turistas la falta de playa sea una decepción, pero esto también puede verse como una oportunidad de pasar un día tranquilo alejados de la multitud que encontramos en las ciudades costeras del Algarve. 

Es una ciudad muy acogedora, con un Casco Antiguo muy agradable para pasear y lleno de iglesias, capillas y museos. Así pues, lo primero que hicimos al llegar fue dirigirnos hacia el centro histórico de la ciudad, también llamado Vila-Adentro. Comenzamos la ruta por la Praça Francisco Gomes, desde donde puede observarse el famoso Arco da Vila, el cual debemos cruzar para llegar a la zona antigua y amurallada de la ciudad. 

La Vila-Adentro constituye una reliquia del pasado que refleja la edad de oro de la ciudad durante el siglo XVI. En ella encontrarás la Sé Catedral, la Iglesia de la Orden Tercera de San Francisco y el Museo Arqueológico como principales atracciones turísticas. También vale la pena rodear Vila-Adentro por las afueras para poder admirar las torres y murallas que la rodean. Pasea por todo el Casco Antiguo durante, al menos, un par de horas, y disfruta todos sus rincones y secretos. A pesar de que Faro es una ciudad, dentro de Vila-Adentro, te sentirás como en un pequeño pueblo varios siglos atrás. 

Después de comer, nos dirigimos a visitar la zona más nueva de la ciudad, donde se ubica el puerto y el centro comercial de Faro. Vale la pena llegar hasta el puerto, abarrotado de barcas de recreo y pescadores, ya que desde él puede verse la Ría de la Formosa e incluso algunas de las islas que pertenecen al Parque Natural, como la Ilha da Barreta o la Ilha da Culatra. Finalmente, nos dirigimos a disfrutar de una tarde-noche en el centro la ciudad, repleto de tiendas y bares en los que rematar el día.

Tercera parada: ALBUFEIRA

Albufeira es la ciudad turística por excelencia, está totalmente volcada al turismo. Un buen punto para comenzar el día es la plaza principal de la ciudad, situada en el centro histórico de la población. Se trata de una plaza repleta de bares, restaurantes y paradetas en las que comprar todo tipo de detalles y regalos. En ella podrás desayunar o comer cualquier tipo de comida, desde comida típica de la zona, hasta comida inglesa o americana. Los precios son, en general, algo caros; pero ¡estás de vacaciones!, vale la pena gastar. Grandes platos con mucha comida te llenarán el estómago para empezar el día con energía.

Después de un buen desayuno en la plaza principal, nos dirigimos a pasear por las calles principales del Casco Antiguo (acceso desde la misma plaza). Todas las calles están llenas de tiendas de ropa, pulseras, zapatos, e incluso más bares. Al ser una ciudad muy volcada al turismo, podrás encontrar todo tipo de recursos, comodidades y compras. Además, una de las calles comerciales concluye en una pequeña cueva que da acceso a la playa, donde podrás disfrutar de una agradable tarde.

La playa suele estar bastante llena, pero debido a sus grandes dimensiones, no te sentirás agobiado; podrás tumbarte tranquilamente en tu toalla o pasear por la playa sin tropezarte constantemente con la gente.

Si te gusta investigar los pueblos, puedes subir por una de las escaleras o rampas que salen desde la propia playa y caminar por la zona antigua, disfrutando de las casitas que te irás encontrando y siempre con vistas del mar, tanto de la playa como del puerto.

Cuarta parada: LAGOS

Lagos es la ciudad con las playas y acantilados más bonitos del Algarve portugués. A pesar de haber sufrido cambios para dedicarse al turismo, Lagos mantiene el centro histórico sin perder su encanto tradicional. Al llegar a la ciudad, te encontrarás con numerosas ofertas de paseos en barco para ver las diferentes playas y calas, e incluso para ir a ver delfines. Yo recomiendo coger una de las rutas en barco (no son nada caras), ya que te permitirán obtener una visión global de las distintas playas para poder elegir aquella que más te guste para dirigirte más tarde a pie y, dependiendo de lo que te guste, incluir paseos en kayac (más caro). 

Escojas la opción que escojas, ¡coge el paseo en barco! Te darán un paseo increíble por las playas de Lagos, pudiendo ver todos los acantilados y cuevas más bonitas del Algarve portugués. 

Una vez de vuelta al puerto, nos dirigimos hacia el centro de la ciudad, donde podrás disfrutar del magnífico Casco Antiguo y comer algo para tener fuerzas para el reto del día: llegar a la Ponta da Piedade, la cala más famosa de Lagos y de todo el Algarve. Posiblemente se pueda llegar en transporte público, pero para conocer cualquier lugar, lo mejor es ir a pie (tener en cuenta que está lejos y no todo el mundo puede hacerlo) y disfrutar de todo lo que encuentres por el camino. 

De camino a la Ponta da Piedade podrás indagar la zona menos afectada por el turismo de la ciudad. Durante todo el paseo, hay múltiples accesos a calas y playas realmente increíbles, de forma que no es necesario hacer todo el camino de golpe, sino que puedes ir descansando en las maravillosas playas que ofrece la ciudad. Finalmente, después de un agradable recorrido llegarás al acantilado desde donde podrás apreciar la famosa Ponta da Piedade.

Última parada: PORTIMAO

Portimão es una de las ciudades más importantes del Algarve portugués. Se encuentra ubicada muy cerca de Lagos, por lo que puede realizarse una escapada de un día desde allí. El centro urbano de la ciudad es agradable y no suele haber muchos turistas. El lugar más relevante es la Praça Manuel Teixeira Gomes, desde donde puedes empezar un paseo por el muelle, un camino en el que encontrarás estatuas en la zona alta, hasta llegar a una pequeña noria al final del paseo.  

Pero, sin lugar a dudas, el lugar más famoso de Portimão es la Praia da Rocha. Para llegar a ella desde el centro urbano puedes hacerlo en autobús o bien andando (unos 30-45 minutos). Llegando ya a la zona de la playa podrás ver numerosos apartamentos y edificios dedicados al turismo, así como bares de lujo con terrazas con piscina propia. Pese a que el centro de Portimão está bastante deshabitado de turistas, en la zona de la Praia da Rocha encontrarás una gran multitud de turistas. 

 Y hasta aquí nuestro viaje por la costa portuguesa. Desde Portimão nos toca coger un bus de vuelta a España y regresamos a casita después de una semana de sol, playa y, sobretodo, habiendo disfrutado de unas grandes vacaciones.

El mar siempre es una buena elección.

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