Ruta por Sri Lanka en 28 días

Uno de los países que más ganas tenía de conocer desde hacía tiempo… ¡Bienvenidos a Sri Lanka! Un país repleto de naturaleza, con varios Parques Nacionales para ver animales en libertad, templos increíbles y una gastronomía ¡deliciosa! Además de toda una zona de costa perfecta para acabar con unos días de relax en la playa.

La mayoría de gente viaja por aquí unas dos semanitas, pero como ya sabéis, yo teletrabajo así que todo es más lento; por lo que decidí venirme casi un mes y descubrir el país de una forma mucho más relajada. 

En este post os enseño todos los detalles de mi ruta por Sri Lanka en 28 días, el itinerario completo y el presupuesto totalmente desglosado para que tengáis una idea de los precios en el país.

Ruta por Sri Lanka en 28 días

Sri Lanka es un país repleto de rincones que visitar. Yo me recorrí el centro y sur del país, aunque se puede ampliar más la ruta si vais hacia el norte. También escogí hacer varias noches en un mismo pueblo y desde ahí hacer excursiones en vez de ir cambiando de alojamiento cada dos noches.

Así que a continuación tenéis el itinerario completo de mi viaje de 28 días por Sri Lanka.

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Como he comentado al principio del post, mi ruta por Sri Lanka fue más light de lo normal, ya que además de hacer turismo tenía que trabajar y quería estar relajada, por lo que si vais de vacaciones y queréis visitar los mismos lugares que yo, podéis reducir la ruta sin ningún problema a unas dos semanas

En cuanto al alojamiento, siempre me alojé en homestays, que es la forma más económica de alojarse si no deseas ir a hostels. Inicialmente me lo planteé porque viajando sola es una gran opción, ya que además suelen tener zonas comunes; pero me apetecía estar sola y en los albergues hay demasiada vida social.

Respecto al transporte en Sri Lanka, yo me moví prácticamente siempre en bus. Es muy fácil de usar, comunica todo el país y es bastante económico. También hice un trayecto en tren y uno de los días alquilé una bici y otro un tuk tuk con conductor; pero principalmente fue todo en bus. En breves escribiré un post sobre el transporte en Sri Lanka para que podáis ver las diferentes opciones.

A continuación tenéis mi ruta por Sri Lanka en 28 días completamente desglosada y detallada para cada uno de los días del viaje.

Día 1: Vuelo a Sri Lanka

El primer día de viaje fue únicamente día de traslados, saliendo por la noche de Barcelona y llegando a Colombo al día siguiente.

A pesar de haber aerolíneas más económicas, Ethiad fue quién ofrecía el vuelo con mejor horario y solo una escala, por lo que decidí optar por dicha opción, que me garantizaba llegar a Sri Lanka de día (la alternativa que hacía solo una escala llegaba de madrugada).

21:30-06:40 (+1) Vuelo Barcelona – Abu Dhabi

209:15-15:10        Vuelo Abu Dhabi – Colombo

Y en unas pocas horas… ¡llegamos a Sri Lanka!

Día 2: Llegada a Colombo y traslado a Negombo

El segundo día de viaje tocaba coger el segundo vuelo, aterrizar en Sri Lanka, hacer las gestiones oportunas (pasar inmigración, cambiar dinero…) y trasladarse a la primera ciudad que visitaría en el país, Negombo.

Después de no sé cuantas horas de viaje, ¡por fin llegaba a Colombo! Los vuelos fueron muy bien, en hora, con comidas incluidas y, sobretodo en el primer vuelo, asientos muy cómodos en los que dormí estupendamente. 

Una vez aterrizada, tocaba pasar inmigración. Para mi sorpresa no me pidieron ni preguntaron absolutamente nada. Me atendió un chico muy simpático que me habló de España, pero no me preguntó ni cuanto tiempo iba a estar, ni me pidió el vuelo de salida o visado, así que fue muy rápido.

Pasado dicho trámite, recogí mi mochila, cambié dinero (el cambio en el aeropuerto es 1€ = 302,24 LKR (febrero 2025)) y salí del aeropuerto. 

NOTA: Todas las casas de cambio en el aeropuerto tienen el mismo cambio, así que da igual a cuál vayáis. No es el cambio real y en la ciudad encontraréis el cambio a 309 LKR, pero está bastante bien para ser el aeropuerto. Yo cambié 100€.

Una vez fuera del aeropuerto sentí el calor tan típico del sudeste asiático, que claramente no recordaba, así que en vez de caminar 20 minutos, coger un bus y caminar otros 20 minutos, decidí coger un taxi; creo que me hago mayor 😂. En mi defensa diré que aunque el bus sea mil veces más barato que el taxi (15 céntimos respecto 2,5€) coincidiréis conmigo en que hablamos de una diferencia poco significativa, ¿no?

➡️ Para coger taxis en Sri Lanka os recomiendo descargaros la aplicación Pick Me. Es el equivalente a Uber en Europa o Grab en el sudeste asiático y tiene los mejores precios para reservar taxis dentro del país. El tipo de taxi más utilizado en Sri Lanka es el tuk tuk.

El tuk tuk del aeropuerto de Colombo a mi hotel en Negombo duró una media hora y tenía un precio de 685 LKR (unos 2,5€), aunque a pesar de tener un precio fijo en la aplicación, el conductor me pidió más dinero. Le dije que no, pero como no tenía cambio le acabé dando 700 LKR. Es muy poca diferencia pero la idea de Pick Me era no tener que regatear y negociar con conductores, pero bueno si lo tenéis justo, podéis darle exactamente lo que pone en la aplicación. 

Una vez en el hotel, me duché, trabajé un ratito y me fui directa a dar un paseo por Katamaran Beach, la playa que tenía al lado del alojamiento. Aproveché para ver el atardecer y volver por Lewis Street, una calle repleta de bares y tiendas de todo tipo con mucho ambiente a cualquier hora del día. 

Sobre las 20h, ya estaba de vuelta en el hotel, me di otra ducha y directa a la cama. 

Día 3: Ruta por Negombo

El tercer día por Sri Lanka lo dediqué principalmente a recorrer Negombo y visitar sus lugares más emblemáticos.

Empecé mi día trabajando un par de horas y ya sobre las 9 de la mañana me fui paseando hacia el centro de la ciudad.

Y antes de hacer cualquier visita, había que desayunar, así que paré en un puestecito a comprarme un bocadillo por solo ¡50 LKR! (poco más de 15 céntimos) (Ubicación: https://maps.app.goo.gl/ZS8Yt9Nr7hT2VJYG6) La mujer no hablaba nada de inglés pero estaba por allí su hijo (creo) y me ayudó a entenderme con ella. La verdad es que la gente aquí es un encanto.

Ya con la barriga llena, tocaba empezar la ruta por Negombo. Mi primera visita fue la Iglesia de San Sebastián, una iglesia neogótica preciosa construida en conmemoración a San Sebastián, el patrón de Negombo. Me pareció muy bonita, no solo la iglesia, sino todo el entorno en el que se encuentra. 

Desde la iglesia, en vez de volver a la calle principal, salí por la puerta de atrás hacia la calle Alles y me metí por callecitas pagadas al mar. La verdad es que los paisajes de la playa rodeada de palmeras tan típicos de Asia me encantan, pero también fue una zona donde encontré mucha pobreza y “casas” en realmente mal estado.

Por la zona también encontraréis el antiguo mercado de pescado, donde actualmente montan paradetas de todo un poco y/o lo usan locales para pasar el día en un lugar “fresquito” porque hay bastante sombra. La verdad es que todo ese tramo es bastante triste porque ves realmente mucha pobreza, pero creo que vale la pena pasar por allí, ya que también es parte del lugar que estamos visitando.

Junto al antiguo mercado de pescado, encontraréis el Kamacchi Amman, un templo hindú pequeñito y bastante bonito, aunque lo tuve que ver desde fuera porque ese día no llevaba la ropa adecuada (no pretendía visitar lugares religiosos; me lo encontré de casualidad).

Y ya llegando al centro os encontraréis el Fish Market y toda una zona enorme de la playa donde cada día preparan el pescado para venderlo a grandes empresas. Es bastante curioso darse un paseo por allí, ver como trabajan, y acabar en el Mercado del Pescado para ver los resultados de todo el trabajo realizado. 

➡️ En el mercado venden a particulares, pero si paseáis por la playa también veréis como montan cajas y cajas de pescado que venden a grandes empresas e incluso exportan a otros países. 

Si como a mí os gusta descubrir lugares poco conocidos, os recomiendo seguir paseando hasta llegar al final de la calle Selby. Así podréis ver la auténtica vida local y hasta llegar a una zona mucho más pequeña y donde no había ni un turista, donde también trabajan el pescado a diario: https://maps.app.goo.gl/LZM6xodYvBKGzbkf6

De vuelta hacia el centro, pasé por varios lugares muy interesantes y/o bonitos, como la iglesia anglicana St. Stephen’s, la Torre/Campanario Conmemorativo de Victoria y el Fuerte Negombo Dutch, junto al que se encuentra la ¡Cárcel de Negombo! Me pareció bastante curioso porque todo parecía muy abierto para ser una cárcel; pareja más ¡un patio de colegio! Sin ninguna duda, las mejores vistas se tienen desde lo alto del campanario.

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Después de un descansito en la sombra, seguí paseando hasta llegar a la Iglesia St. Mary, la más bonita de Negombo y una de las más grandes de todo el país. 

Y ahora sí, tocaba adentrarse en el centro de la ciudad, pasando por todo tipo de tiendas, bares… De hecho, encontré una joyería donde cambiaban dinero así que aproveché para preguntar. Me ofrecieron el cambio a 1€ = 309 LKR, así que cambié los 100€ que llevaba encima.

Mi estómago empezaba a quejarse así que busqué un sitio para comer. Acabé en un bareto local  (ubicación: https://maps.app.goo.gl/Pc4wqhLxMgrwD5fB7) donde no había ni carta ni precios ni nada, pero me dijo si quería probar un curry típico de Sri Lanka, le pregunté el precio, me dijo que 500 LKR (algo menos de 2€), así que le dije que sí. Y probé un montón de cosas que no se lo que eran pero estaban muy buenas; a excepción de uno de los platos que picaba demasiado. 

Mi idea después de comer era seguir recorriendo la ciudad, pero hacía demasiado calor, así que volví al alojamiento, trabajé un ratito y ya sobre las 5 de la tarde, cuando apenas daba el sol, salí de nuevo a mi última visita del día. Eso sí, de camino al hotel encontré el templo Sri Singama Kali Amman Kovil y no pude evitar entrar a cotillear.

En cualquier ruta por Negombo no puede faltar el increíble Templo Angurukaramulla. Nada más llegar ya llama la atención, ya que la entrada está presidida por una cabeza de dragón y una estatua de Buda de seis metros de altura. Pero es que dentro ¡hay mucho más! Además del templo principal también tienen otro pequeño templo donde están todos los reyes de Sri Lanka y hasta una zona del infierno. Es un sitio increíble y toda la zona es preciosa, así que es una visita imprescindible que hacer en Negombo.

Ya de noche volví hacia el centro de la ciudad, ya que al mediodía hacía demasiado calor y no había podido disfrutarlo, y recorrí sus callecitas, probé comida típica de los puestecitos/bares de la calle y volví paseando hacia el alojamiento. 

Día 4: Ruta por Colombo

Como Negombo es un pueblo pequeñito, con un día tuve suficiente para visitarlo, así que hoy decidí ir a visitar la capital del país, Colombo.

Negombo y Colombo están fácilmente comunicadas por buses locales. Según vuestra ubicación podréis coger una línea u otra pero pasan todos con mucha frecuencia, así que no tendréis problemas. Eso sí, el bus es lento, ya que hace muchas paradas. Tardaréis entre una hora y hora y media en llegar de una ciudad a otra.

El precio del billete es de 148 LKR (febrero 2025), que evidentemente redondean y nadie te da esos 2 LKR, así que como si costara 150 LKR.  

➡️ Por cierto, de camino a la parada de bus para ir hacia Colombo he pasado por delante de la Iglesia Our Lady of Snows’ y me ha parecido preciosa, así que si estáis por la zona, no dudéis en acercaros a verla.

El bus me dejó en la estación de autobuses de Colombo, que está en pleno centro de la ciudad.

Empecé mi visita paseando por las callecitas del centro repletas de tiendas y puestecitos de todo tipo. Si queréis tener localizada la zona, podéis buscar Aslam Market.

Después de disfrutar del caos asiático, llegué a la Mezquita Jami Ul-Alfar, una mezquita preciosa llena de color. Solo pude verla por fuera ya que el horario de apertura para turistas era muy limitado (de 13:30h a 15:00h) y no estaba por la zona en dicho horario; pero aún así vale mucho la pena visitarla.

Seguí la visita alejándome un poco del centro para ver el templo Sri Kailawasanatan Swami, el templo hindú más antiguo de Colombo. 

Ya de vuelta al centro pasé de nuevo por las calles repletas de tiendas, incluido el Pettah Market, y aproveché para comprarme algunas pinzas para el pelo por céntimos y comida para picar: un bocadillo de pollo con cebolla y un rollito de pollo con cosas que no identificaba, pero que estaba bastante bueno.

Mi siguiente parada fue el Floating Market, una zona curiosa de visitar donde encontraréis varios bares y un barrio que hace vida en los alrededores del río. Se supone que también montan puestecitos en los propios barcos, pero cuando yo fui (febrero 2025), solo había algunos bares abiertos junto al río, pero no en el río. Aún así, me gustó bastante la visita. Además, podréis sentaros un rato a la sombra, que os aseguro que con este calor ¡se agradece!

Atravesé todo el barrio del Floating Market por pasarelas un poco dudosas hasta llegar a la Colombo Lotus Tower, uno de los grandes emblemas de la ciudad. En la parte alta hay un mirador desde el que se ve toda la ciudad, aunque a mí no me hacía especial ilusión, así que no he subido. Podéis revisar los precios y horarios en su web: https://colombolotustower.lk/

Lo que sí os recomiendo hacer es sentaros junto al río, ya sea en los bancos y mesas que hay o en cualquiera de sus bares; es una zona muy tranquila, totalmente opuesta al resto de la ciudad.

Desde la torre Lotus, seguí caminando por el parque que rodea el Lago Beira y ¡me encantó! Una zona donde prácticamente no hay nadie y donde podréis admirar el contraste de la naturaleza con las construcciones de la ciudad.

Y llegamos a la última parada del día, el Templo Gangaramaya, el más famoso y espectacular que ver en Colombo. El templo se estableció durante un período de cambios sociales y religiosos en Sri Lanka, cuando el budismo experimentó un resurgimiento tras siglos de dominio colonial; y lo hicieron ¡a lo grande! El lugar es una maravilla y vale mucho la pena dedicar un buen rato a descubrir todos sus rincones.

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De vuelta hacia el centro para coger el bus de vuelta a Negombo, me encontré con la Mezquita Maradana, una mezquita muy curiosa de un color turquesa muy intenso que os aseguro que no os dejará indiferentes.

Alrededor de las 4 de la tarde, cogí el bus de vuelta a Negombo. Al llegar a la ciudad, aproveché para cambiar 300€ más, ya que el día anterior había encontrado un buen cambio (y hoy encontré uno ¡aún mejor! (1€ = 311,25 LKR)), y ya me fui de vuelta al hotel para descansar un poquito y ponerme a trabajar.

Día 5: Traslado Negombo – Sigiriya

Nuevo día en Sri Lanka y hoy toca día de traslados, porque moverse en Asia es lento y normalmente hay que dedicar un día para ir de una ciudad a otra.

Para ir de Negombo a Sigiriya en transporte público hay que coger 3 buses. Primero cogí un bus Negombo – Kurunegala, que duró unas 2 horas y media, después un bus Kurunegala – Dambulla, que duró unas 2 horas, y finalmente un bus Dambulla – Sigiriya, que duró unos 40 minutos. 

Los trayectos fueron bien y los buses los cogí prácticamente al bajar del anterior, así que fue un trayecto “fácil”. Donde tuve que esperar más fue en el primer bus (una media hora), de Negombo a Kurunegala, porque hay varios buses que van en esa dirección pero no llegan hasta Kurunegala.

Nada más llegar a Sigiriya se puso a diluviar así que me refugié junto a una casa y el chico que vivía allí se ofreció a llevarme al alojamiento en tuk tuk, así que me ahorré 10-15 minutos andando bajo la lluvia.

Como me había pasado toda la mañana viajando, por la tarde tocó trabajar y ya cuando paró de llover, fui andando hacia el pueblo y aproveché para cenar algo. Aviso, este pueblo es mucho más caro que Negombo, los platos cuestan unas 3 veces más que en Negombo. Pero tengo que reconocer que como el restaurante que escogí estaba lleno, una pareja de ingleses de unos 65 años me dijeron si me quería sentar con ellos y después de más de 2 horas hablando, me acabaron invitando a cenar; así que 3 veces más caro o gratis, depende como lo mires. 😂

Día 6: Excursión a Dambulla

Como el tiempo no acompañaba mucho, decidí empezar mi visita a la zona haciendo una excursión a Dambulla, para visitar su espectacular templo y sus cuevas.

A primera hora de la mañana estuve trabajando un buen rato y también aproveché para salir a correr por la zona, disfrutando de unas vistas ¡espectaculares! Esta zona fue mi preferida: https://maps.app.goo.gl/JKzu4MwVNfpXyR7s5

Eso sí, id con cuidado por los caminos porque se os cruzarán monos enormes, vacas, perros… y dicen que por la noche pueden pasar hasta ¡elefantes!

Alrededor de las 13h, me fui en dirección a la parada de bus para ir hacia Dambulla, para conocer su famoso templo. El bus para en el centro del pueblo pero el conductor me preguntó donde iba exactamente y le dije que al templo. Me dijo que no me bajara allí porque se iban a acercar más; y me avisó cuando estábamos en la parada más cercana, cosa que se agradece bastante, ya que desde el pueblo hay una media hora caminando.

De camino al templo vi a lo lejos a unos locales hacerse fotos y decidí ir a ver qué había. Me encontré con un bonito lago y un paseo que recorre toda la zona. 

Después de pasear por el lago, ahora sí, me dirigí al Templo de Oro, el gran imprescindible que ver en Dambulla y Patrimonio de la Humanidad desde 1991. Nada más llegar os encontraréis con la imagen del buda de “oro”, que color oro ya prácticamente no tiene. Aún así, todo el templo, estatuas y esculturas, rodeadas de naturaleza es una maravilla. Desde ahí tocó subir unas cuentas escaleras y cuestas para llegar a lo alto del templo. La subida “normal” es solo para locales y a los turistas nos hacen bajar de nuevo para ir hasta la taquilla, que está al otro lado de la montaña, y comprar una entrada exageradamente cara (2000 LKR) (febrero 2025). Una vez con la entrada comprada toca seguir subiendo mil y una escaleras hasta por fin ¡llegar a las cuevas! El camino es cansado pero tampoco es tanto, soy una exagerada, y las vistas son una maravilla. Una vez allí encontraréis 5 cuevas repletas de esculturas y pinturas increíbles (la más espectacular es la segunda).

➡️ Como en todos los templos, hay que descalzarse. Tienen una zona para turistas donde claramente quieren que les des propina por guardar los zapatos. Yo vi a algunos locales dejar los zapatos en el suelo como se hace en cualquier otro templo (algo alejado para que tampoco lo vieran los que tenían montada la “paradeta”) y me pareció una gran idea.

En resumen, la entrada me pareció muy cara pero es bastante impresionante, así que si estáis por allí, vale la pena subir hasta las cuevas (la parte baja del templo (recinto exterior) es gratuita).

➡️ ¿Quieres unas vistas aún más increíbles? ¿Qué te parece este paseo en globo al amanecer?

Ya de vuelta, sobre las 16h, paré en un bareto local que había visto a la ida (ubicación: https://maps.app.goo.gl/8hkuQkoTz3ahdq149?g_st=ic) a ver si podía comer a precios más razonables que en Sigiriya; y así fue. Me comí un plato de arroz frito con pollo bastante generosos por 550 LKR. 

Después de comer, hice una paradita en el súper para comprar algunas cosas, cogí el bus a  Sigiriya y volví a mi alojamiento, donde llegué alrededor de las 18h. Aproveché para trabajar un rato más, cenar lo que había comprado en el súper y ¡a dormir!

Día 7: Paseo por Sigiriya y Pidurangala Rock

Después de toda la noche lloviendo, parece que hoy el tiempo nos iba a respetar, así que decidí aprovechar para subir al Pidurangala Rock, el mirador más famoso de Sigiriya.

Después de trabajar 3-4 horitas por la mañana, empecé mi paseo hacia el pueblo. Pasé por un bar en un entorno precioso junto al canal Elahera, donde había hasta un columpio para bañarse en el río. Justo al otro lado de la carretera hay otro restaurante también espectacular pero, para mi gusto, demasiado preparado para el turista. En fin, hacía nada que había desayunado y no iba a comer allí pero me encanta cotillear y recorrer el entorno. 

Un poco más adelante ya estaba la entrada al recinto de la Roca del León. Aunque no tenía intención de subir porque la entrada es exageradamente cara (unos 35€) y está demasiado lleno de turistas, di una vuelta por la zona y disfruté de los paisajes de alrededor.

Justo donde se entra a la zona de pago de la Roca del León, en sentido totalmente opuesto había un camino que me parecía bonito así que fui a investigar, y acabé en un templo budista (ubicación: https://maps.app.goo.gl/xATGdMYrDgQjjsi36) y una zona repleta de puestecitos mucho más locales. La entrada al templo cuesta 250 LKR (marzo 2025) pero se puede ver prácticamente lo mismo desde fuera. 

Desde ahí volví a la carretera principal y caminé por allí una media hora para llegar a un punto que vi en el mapa que ponía que había un mirador de las rocas Pidurangala y Lion; aunque por el camino vi muchos más rincones con vistas. 

➡️ CURIOSIDAD: A medio camino me encontré con un río que atravesaba la carretera y unos chicos lavando el coche allí mismo. Me dijeron que no había problema, que me descalzara y podía cruzarlo; pero yo acababa de ver un cartel de peligro cocodrilos en la Roca del León y no lo acababa de ver claro 😂. Así que mientras me decidía a cruzar, apareció un tuk tuk y preguntó si era muy profundo y podía pasar. Le dijeron que podía pasar sin problemas, pero que me llevara; así que al final crucé el río en tuk tuk (mucho mejor 😅).

Y después de un ratito más caminando llegué al mirador que iba buscando (ubicación: https://maps.app.goo.gl/xLFecDrGSUbinX6h6), ¡es precioso! Una zona muy tranquila, sin absolutamente nadie y con unas vistas increíbles.

Tras un ratito disfrutando del paisaje, tocaba, ahora sí, subir a la Roca Pidurangala. Como no había comido nada, antes de subir decidí comer algo en uno de los puestecitos que había. Como estaba en un punto turístico, los precios eran más altos, así que me tocó negociar el precio de la comida.

Ya con la barriga llena era hora de subir al mirador. Compré la entrada (1000 LKR (marzo 2025)) y empecé a subir. El primer tramo son todo escaleras, por lo que es fácil, más allá de la exigencia de subir escaleras. Cuando se acaban las escaleras llegaréis a un primer mirador, junto con un buda bastante impresionante bajo una roca; y ahí ya empieza a complicarse la situación. Rocas que resbalan, cuerdas para subir mejor, y la subida final, con la que hay que ir con mucho cuidado con la cabeza para no darse con las rocas o subir por grandes rocas que resbalan bastante (escogí la primera opción).

Una vez arriba… ¡espectacular! Las vistas son realmente increíbles, mucho más bonitas de lo que esperaba la verdad. Sin ninguna duda, subir a la Roca Pidurangala es un imperdible que hacer en Sirigiya.

➡️ La mayoría de gente va al atardecer, pero yo sinceramente no quería estar en un mirador con tantísima gente ni bajar de noche, así que fui a media tarde y empecé a bajar cuando subían la mayoría de turistas.

Por cierto, tened mucho cuidado con los monos. Cualquiera que viaje a Asia sabe que tiene que tener cuidado con los monos. Nada de llevar comida encima ni bolsas de plástico donde puedan pensar que hay comida. Bueno pues resulta que eso no es suficiente. Dejé mis cosas en el mirador sin vigilar durante unos 30 segundos y un mono vino corriendo y cogió mi riñonera. En cuanto lo vi, fui corriendo a coger las cosas, pero son demasiado rápidos. Por los pelos, llegué a tiempo de coger mi móvil y la cámara, pero ya había cogido la riñonera, donde evidentemente está lo más importante. Por suerte el pasaporte lo había dejado en el hotel así que solo había dinero (y todas mis tarjetas); pero no era taaaan grave.

Algunos turistas que había por allí intentaron ayudarme a recuperar las cosas, pero la verdad es que no lo veía nada claro y solo estaba pensando: Bueno al menos tengo el móvil. Con eso puedo bloquear las tarjetas si algún día al mono le da por tirar mis cosas y llamar a mis padres para intentar conseguir dinero de alguna manera (ej. hacer una transferencia a los del hotel desde España y que ellos me dieran efectivo…), porque claro si me quedo sin tarjetas, me quedo sin dinero; y me queda más de un mes viajando, así que era un problema relevante.

Con el show que teníamos montado de intentar recuperar mis cosas en lo alto de un mirador, poco a poco más personas preguntaron que qué pasaba e intentaron ayudar. Os aviso que intentar pelearse con un mono es absurdo; es imposible ganar. Así que solo quedaba esperar a que revisara toda la riñonera y viera que no había nada de comida. Se tomó su tiempo pero fue lanzando las cosas: un casco, otro casco, la caja de los cascos, el plástico del tampax (porque evidentemente lo abrió a ver que había dentro), un tampax, una tarjeta, otra tarjeta, y de repente, empezó a ¡llover dinero! ¿Sabéis en las pelis que a veces lanzan dinero por lo que sea y es como si cayera del cielo? Pues bueno, eso pasó, pero con mi dinero. Así que entre los 15-20 guiris que había por allí empezaron a recoger mi dinero, tarjetas y todo lo que el mono había lanzado por allí. 

A todo eso, yo no me podía acercar porque, por algún motivo, querían mis cosas y, si me acercaba a coger lo que iban lanzando, intentaban volver a por mí. De hecho, vino otro mono y me saltó encima cuando me acerqué. Así que nada, me alejé y esperé a que guiris que no llevaban absolutamente nada encima, me fueran trayendo mis cosas.

Después de un buen rato, parecía que lo tenía todo, menos las llaves del hotel. Como no las veíamos por ninguna parte, llamé al alojamiento para contárselo y verificar que tuvieran más llaves. Me dijo que no me preocupara, que tenían más llaves, así que ya lo tenía todo; bueno el dinero la verdad es que dudo que lo tenga todo, porque cada vez que pasaba alguien aparecía algún billete más, pero bueno tenía la mayoría. Pero entonces vimos las llaves en lo alto de un árbol. Yo ya había desistido pero un chico me preguntó si quería que intentara subirse al árbol para recuperarlas. Le dije que no, que era peligroso y no era nada importante, pero dijo que iba a subir, que era divertido. Así que subió, cogió las llaves y, con ayuda de un par de personas más, consiguió bajar. Así que al final ¡lo tenía todo!

Ya una vez abajo, volví al alojamiento y cené en la propia habitación unos noddles que había comprado el día anterior.

Día 8: Día de trabajo y relax

Hoy tocaba un día tranquilo de trabajar y pasear por la zona.

Recorrí la zona del lago que hay junto mi alojamiento (ubicación: https://maps.app.goo.gl/t2KjJSEQXU2Zkd1s7), estuve en casa de unos locales y paseé por toda la zona, ¡me encantó!

Día 9: Paseo en bici por Sigiriya

La zona de ayer me gustó tanto que decidí que al día siguiente quería alquilar una bici y alejarme un poco más para descubrir los paisajes de alrededor, así que me desperté temprano, fui a alquilar una bici al pueblo y ¡a la aventura!

Por la mañana fui a un lago con el que me había quedado con ganas de visita el día que fui caminando al mirador, Thalkote Lake. La verdad es que la zona es preciosa y hay unas vistas increíbles de Lion Rock y Pidurangala Rock. 

Tras pasar un ratito en el lago, volví a la carretera y me puse a investigar hacia donde podía ir. Vi otro lago cerca, así que para allá fui! Este estaba todavía más escondido y no me encontré a absolutamente nadie. Os dejo la ubicación, ya que no he sido capaz de averiguar el nombre del lago: https://maps.app.goo.gl/3bHhzPa1NXqyLj6H6

Después de visitar ambos lagos, ya era casi al mediodía así que me fui a Kimbissa, el pueblo más cercano a Sigiriya, a intentar comer por una mejor relación calidad-precio, porque Sigiriya me parece carísimo.

Ya con la barriga llena, volví al hotel, descansé un ratito y me puse a trabajar.

Alrededor de las 3 de la tarde, volví a coger la bici y me fui a mi rincón preferido del pueblo, el lago que hay muy cerca de mi alojamiento. De nuevo os dejo la ubicación porque tampoco he visto ningún nombre: https://maps.app.goo.gl/KRXfzqvJFCHqaPmt7

Desde ahí empecé a perderme por caminos rodeada de paisajes increíbles hasta llegar a St. Sebastian’s Church – Mukalana. La iglesia no es nada del otro mundo, pero os puede servir de referencia para ubicar la zona en la que estaba.

Y aquí viene cuando se complicó la cosa, y es que decidí ir hasta el siguiente pueblo para ver el Wewala Lake. En el mapa todo parece muy cerca, pero entre los caminos de tierra, barro, piedras… y que no está tan cerca, mis pobres piernecitas sufrieron un poco para llegar hasta el lago. Eso sí, ¡me encantó! Vale 100% la pena acercarse si estáis por la zona.

Ya sobre las 5 de la tarde, era hora de volver y descubrí que tenía unos 20km de vuelta, maravilloso teniendo en cuenta que ya estaba agotada. Aunque la forma más “rápida” era volver por caminos, decidí dar un poco más de vuelta y volver por carretera, que por asfalto todo es más fácil. También aproveché para comprarme la cena en el pueblo justo antes de coger la carretera (ubicación: https://maps.app.goo.gl/oUnPNKWyZQa3EiMS7), ya que era infinitamente más barato que en Sigiriya. Eso sí, la pedí para llevar porque como parara a comer, cualquiera hacía los 15km que me quedaban por delante.

Y una hora después, ¡por fin estaba en Sigiriya! Devolví la bici y directa al alojamiento a cenar y descansar.

Día 10: Traslado Sigiriya – Nuwara Eliya

Hoy toca día de traslados para ir hasta el pueblo de Nuwara Eliya.

Me desperté temprano, trabajé un ratito, desayuné en el hotel, hice la mochila y ready para el día de buses que tenía por delante.

El primer bus que cogí fue de Sigiriya a Dambulla. Después de haber hecho ese trayecto varias veces, hoy decidieron cobrarme 150 LKR en vez de 100 LKR. Se lo intenté discutir pero me dijo que eran 50 LKR por la mochila. No hay mucho que hacer así que, aunque es algo que solo cobran a los turistas y cuando quieren, decidí pagarlo.

Una vez en Dambulla, el autobusero me indicó en qué parada bajarme para coger mi siguiente bus e, inmediatamente, llegaba el bus a Kandy. Esta vez cogí un bus más rápido y con aire acondicionado; simplemente porque fue el primero que llegó. Estos buses son más caros (casi el doble) y sinceramente no creo que valga la pena pagarlo. Pero como hablamos de diferencias muy bajas, decidí coger el primero que llegara.

Ya en Kandy y me tocaba decidir si coger el bus o tren hasta Nuwara Eliya, ya que dicen que es uno de los trayectos de tren ¡más bonitos del mundo! Paré a comprar algo para picar y el chico me preguntó que a donde iba; se lo expliqué y me dijo que solo había trenes por la mañana, así que el horario de tren decidió por mí. Me dijo donde estaba la estación de autobuses y para allá fui. 

De nuevo para ir a Nuwara Eliya desde Kandy hay buses con aire acondicionado y sin él. Cogí el que tenía aire porque salía antes, aunque en este caso quizás sí vale la pena porque estos buses son más pequeños y con las carreteras de montaña que hicimos, creo que es más seguro y probablemente más rápido. Como el bus tardaba media hora en salir, aproveché para comprar un bocadillo allí mismo en la estación, ya que todavía quedaba un rato de camino.

Y después de no sé cuantas horas de bus, por fin estaba en Nuwara Eliya. Fui al alojamiento, trabajé un ratito y salí a cenar con una chica que conocí en el bus. A pesar de que es una ciudad bastante cara, encontramos un bareto local donde cenamos por 700 LKR (ubicación: https://maps.app.goo.gl/d2m4HCBLtWLQ6fYUA?g_st=com.google.maps.preview.copy).

Día 11: Excursión a Hortons Plains

Segunda parte del robo de dinero… Y no, esta vez no fue un mono. ¡Bienvenidos a Nuwara Eliya! Un pueblecito rodeado de plantaciones de te y paisajes preciosos. Así que hoy tocaba  hacer una ruta por Hortons Plains, uno de los lugares más recomendados para hacer caminatas por la zona. 

Para llegar a Hortons Plains lo más fácil es hacerlo en tuk tuk. Si viajáis solos, lo mejor es hablar con alguien más para que se una a vuestra excursión y así dividir gastos.

El precio estándar del traslado Nuwara Eliya – Hortons Plains – Nuwara Eliya es de unas 6000 LKR (marzo 2025), aunque todos empezarán pidiéndoos 8000 LKR. Después de intentar negociar, conseguimos llegar a 5000 LKR pero solo nos esperaba dos horas en Hortons Plains y no sabíamos el rato que íbamos a estar, pero no queríamos correr; así que al final acordamos 6000 LKR y que nos esperara hasta que estuviéramos, fuera la hora que fuera.

El precio del tuk tuk ya nos pareció algo caro, pero es que una vez allí… ¡sorpresa!  La entrada al Parque Nacional eran $25, lo que es una auténtica burrada en Sri Lanka. Pero la cosa no acaba ahí (cuando ponen los precios en dólares, ya podéis temblar) sino que, al ir a pagar, nos pidió al cambio unos $75 para dos personas. Y yo: a ver, no es que sea muy complicado, $25 + $25 = $75?! En fin, el pobre chaval, que supongo que no tienen nada que ver con los precios que ponen, empezó: sí, $25 por persona, +$10 tasa de grupo, + no sé cuanto por entrar con el tuk tuk unos pocos km más allá, +18% tasas… ¿Algo más? 

Mientras estaba yo ahí quejándome de los precios como si pudiera cambiar algo, llegó otra pareja y el pobre chavalín nos dijo que podíamos entrar juntos y así la tasa de grupo y alguna más la podíamos dividir entre 4 en vez de entre 2. Así que nada, hicimos nuevos amigos. 

Al final la entrada a Hortons nos costó unos 10000 LKR por persona, que son unos 32€ al cambio. 

La verdad es que el sitio es precioso. Es un camino circular de unos 8km muy bien indicado y que no tiene pérdida, pasando por todo tipo de paisajes, incluida esta preciosa cascada: Baker’s Falls. Nosotros estuvimos unas 3 horas y media más o menos recorriendo el parque y ¡nos encantó! 

¿Vale le pena? Decisión complicada. El entorno es precioso, pero sí me pareció exageradamente caro, así que dependerá principalmente de lo que estéis buscando cuando visitéis Sri Lanka y el dinero que estéis dispuestos a gastaros. 

Día 12: Ruta por Nuwara Eliya

Nuevo día en Nuwara Eliya y hoy toca conocer la ciudad. Si bien es cierto que no tiene “mucho” que ver, sí hay algunos imprescindibles que no pueden faltar en vuestra ruta por Nuwara Eliya.

Empecé el día en el lugar que da vida a la ciudad, el lago Gregory. Como todo en esta ciudad (y casi todo en este país), ¡hay que pagar! Así que, como buena tacaña que soy, decidí pasear por el lago desde fuera, ya que, personalmente, creo que no hay ninguna diferencia. Lo único es que no es tan agradable porque vas pegado a la carretera, con lo que eso implica. Pero vale mucho la pena dar la vuelta entera al lago, ya sea por dentro o por fuera, ¡me encantó!

Una vez estaba al otro lado del lago vi unas plantaciones de té, así que me perdí entre sus callejuelas y acabé en lo alto de la colina rodeada de plantaciones de té y con unas vistas espectaculares, tanto del lago como de todos los alrededores (ubicación: https://maps.app.goo.gl/9H7u5NDNhsz7f8px9).

Desde allí mismo, vi una cascada a lo lejos, así que sabéis qué pasó, ¿no? ¡A por la cascada! Después de aproximadamente una hora de bajar por las plantaciones de té, pasear por la zona del pueblo (y comprar algo de comer) y subir por otras plantaciones de té, llegué a Lover’s Leap Waterfall, una casada preciosa en medio de la naturaleza y también con vistas de los alrededores.

Al cabo de un rato admirando las vistas, empecé a bajar de nuevo por las plantaciones de té hasta llegar a la carretera, desde la que tenía una media hora andando aproximadamente hasta mi alojamiento.

Por la tarde aproveché para trabajar un ratito y salí a dar un paseo por el lago al atardecer.

Día 13: Día de trabajo y atardecer Eagles’ Viewpoint

Hoy tocaba un día tranquilo de trabajar, que siempre que viajo necesito dedicar 1-2 días a la semana a adelantar trabajo y/o ponerme al día de cosas pendientes; es increíble lo rápido que se acumula el trabajo.

Así que nada, después de toda la mañana trabajando, sobre la 1 del mediodía salí a correr, comí algo y vuelta a trabajar. 

Alrededor de las 16h de la tarde, decidí salir en busca de mi último atardecer en Nuwara Eliya y decidí irme al pueblo de al lado a Shanthipura, para subir a su famoso Eagles’ Viewpoint.

Como ya debéis saber, los sitios tan pensados para el turista no suelen ser mis preferidos, así que en realidad ni siquiera subí al mirador; pero es que las vistas desde allí (sin subir), ya eran ¡espectaculares Y todo el camino de subida también. Disfruté del atardecer entre plantaciones de té y volví caminando hacia Nuwara Eliya (el camino de vuelta no fue muy agradable porque estaba completamente oscuro y había bastante tráfico; podéis coger un tuk tuk para volver).

Día 14: Traslado Nuwara Eliya – Ella

Hoy toca día de traslados que, como pasa siempre en estos países, eso implica “perder” todo el día. Por suerte, los paisajes por el camino son una maravilla, así que en vez de pensar que se pierde un día, podéis pensar que estáis haciendo un tour panorámico por la zona. De hecho, hoy iba a coger el que dicen que es el trayecto de tren ¡más bonito del mundo!

Nuwara Eliya no tiene tren, así que lo primero que hice fue coger un bus local hasta Nanuoya, donde el bus para justo en frente de la estación de tren. ¡Nos vamos a Ella!

Los precios del tren Nuwara Eliya – Ella son muy diversos según el tren que cojáis, la categoría… Yo vi precios de todo tipo y mi idea era reservar el tren allí mismo, pero una chica que cogió el tren unos días antes me dijo que pagó 6000 LKR (unos 20€), así que decidí mirarlo por Internet con antelación por si acaso. Encontré varios trenes a ese precio, pero había uno a 900 LKR, así que evidentemente reservé ese. 

Yo lo compré con asiento reservado en tercera clase. No creo que valga la pena pagar una clase superior, en tercera clase se va de maravilla. Si no cogéis asiento reservado (entonces tenéis que comprar el billete en la estación) os saldrá bastante más barato, pero dichos vagones van mucho más llenos y no os podréis sentar. Después de mi experiencia os diría que sí vale la pena pagar asiento reservado porque, no solo podéis ir sentados, sino que el vagón va muy vacío y podréis moveros de un lado a otro del tren a admirar las vistas.

El tren llegó una hora tarde y tardó media hora más de lo previsto, pero la verdad es que el paisaje durante el camino me encantó. Pero también es cierto que los paisajes que había visto en los trayectos que había hecho en bus eran bastante similares, así que tampoco diría que es un imprescindible que hacer en Sri Lanka. ¿Es un trayecto icónico? Sí. ¿Es parecido a ir en bus? También.

Llegué a Ella alrededor de las 18:30h y me llevé un buen choque de realidad. Bienvenidos a ¡guirilandia! Madre mía no sé cuánta gente había allí y qué diferente de cualquier otro lugar en Sri Lanka. Está exageradamente orientado al turista y con unos lujos realmente espectaculares. Pero bueno se supone que la zona es muy bonita, así que vamos a darle una oportunidad.

Día 15: Visita a Nine Arches Bridge

Primer día en Ella y vamos a visitar el sitio más famoso del pueblo, el Puente de los Nueve Arcos. Yo decidí ir andando (estaba a una hora aproximadamente de mi alojamiento) pero, a medio camino, unos turistas que habían alquilado su tuk tuk se ofrecieron a llevarme, así que en realidad solo caminé media hora.

Una vez allí, subí hasta la zona de las vías y ¡sorpresa otra vez! Si pensaba que en el tren había turistas, en la zona del puente… ¡qué barbaridad! Yo sinceramente no sé si toda esa gente vuela a Sri Lanka, va a Ella y se vuelve a su casa o ¿de dónde sale tanto turista? Porque en el resto del país había estado muy tranquila.

En fin, volviendo a lo importante: los paisajes son preciosos y el puente es todo un icono. Lo vi desde todos los ángulos posibles; hasta fui a la parte de abajo para poder disfrutarlo sin gente. 

Por la zona veréis diferentes carteles con los horarios a los que pasa el tren. Yo la verdad es que no me fijé y en el rato que estuve allí pasaron dos trenes, así que creo que pasan con cierta regularidad y no hace falta que vayáis concretamente a una hora para verlo.

Ya por la tarde aproveché para cambiarme de alojamiento, ya que el primero no me había gustado y di un paseo por el pueblo de Ella.

Día 16: Día de trabajo y Kuda Ravana Waterfall

Nuevo día en Ella y amanece diluviando, así que aproveché toda la mañana para trabajar y avanzar varios temas pendientes.

Alrededor de las 2 del medio día, dejó de llover, así que decidí ir a ver una cascada que había visto desde la carretera de camino a mi hotel y me pareció espectacular: Kuda Ravana Waterfall.

La mejor manera de llegar a la cascada desde donde estaba era ir a la estación de tren Kitha Ella y desde ahí caminar unos metros por las vías de tren hasta coger un pequeño desvío a la derecha que os llevará hasta la cascada. 

Desde allí me metí por un caminito que subía para poder ver la cascada desde arriba y bueno… el camino digamos que al principio era claro, después solo esperaba que tuviera final para no tener que volver por allí. 😂 Conseguí llegar hasta un camino principal y pude acercarme hasta los pies de la cascada, ¡increíble! Eso sí, me resbalé unas cuantas veces entre barro y agua antes de llegar; porque claro pensar que la cascada estaría más caudalosa después de la lluvia era correcto, pero ¿no se te ocurrió pensar que el camino para llegar sería barro? Pero ¡llegué! 

A la vuelta decidí bajar por el camino principal y volver al alojamiento a través del pueblo, donde aproveché para comer/cenar. 

Me gustó mucho hacer la ruta así circular, porque pude ver paisajes diferentes en el tramo de ida y vuelta. 

➡️ ¿Queréis conocer la cascada más alta de Sri Lanka? Resulta que esta ¡cerca de Ella! Reserva esta excursión de un día a las cataratas Bambarakanda.

Día 17: Día de trabajo y relax

Empieza un nuevo día en Ella y ¿adivináis? Diluvio de nuevo. Y esta vez no tenía pinta de que fuera a parar. Y aunque tengo que reconocer que debería haber aprovechado para avanzar más trabajo, la verdad es que la lluvia no me gusta y me hace ser más lenta, con menos ganas de trabajar. Así que trabajé por la mañana, pero alrededor de la 1 del mediodía decidí bajar al pueblo y buscar una cafetería cómoda donde apalancarme.

Comí de maravilla y después me apalanqué en un sofá con un milkshake y un libro a leer el resto de la tarde. 

Día 18: Little adam’s peak View Point

¿Saldrá el sol hoy? Bueno al menos parece que no llueve. Así que decidí subir al mirador más popular de Ella, Little adam’s peak View Point.

El camino es muy sencillo, un paseo con vistas increíbles que terminan en unas escaleras que os llevarán a lo alto del mirador. Las vistas son ¡espectaculares! Y no solo no ha llovido, sino que ha salido un sol increíble que hasta me ha quemado los hombros, porque no me lo esperaba para nada.

➡️ De camino al mirador hay un club increíblemente pijo con piscina y un bar que parece que estés completamente en otro país. También hay un columpio y una tirolina; así que cualquier tipo de distracción típica para turistas. 😅

Ya por la tarde volví al hotel y estuve trabajando un buen rato.

Día 19: Ella Rock

Nuevo día en Ella y hoy toca hacer su sendero más famoso, subir a Ella Rock. La verdad es que pensaba que era un trekking más largo o duro, pero me pareció bastante sencillo y mucho más corto de lo esperado.

Después de trabajar un rato, alrededor de las 11h, salí del alojamiento y fui hacia Kitha Ella, desde donde inicia el sendero. Si vais desde Ella, tendréis que caminar una media hora aproximadamente por la vía de tren hasta llegar a Kitha Ella. En mi caso, desde mi alojamiento tenía más cerca Kitha Ella, que el propio pueblo de Ella, así que inicié la ruta algo más cerca (allí me encontré a una chica que iba a hacer la ruta así que la hicimos juntas).

Desde Kitha Ella caminé unos 5-10 minutos por la vía de tren hasta encontrar un desvío a la izquierda donde empezaba el sendero. La ruta no tiene mucho misterio (os recomiendo usar maps.me), sobretodo porque veréis a otros turistas haciendo el mismo camino.

Tras una media hora subiendo, llegamos a un primer mirador, que ya tenía unas vistas ¡espectaculares! Pero ahora quedaba lo más duro, la parte algo más complicada, porque es una zona bastante húmeda y puede resbalar y con más pendiente. Pero nada que no pueda hacer cualquier persona que esté mínimamente acostumbrada a caminar (subían niños y hasta turistas en chanclas (cero recomendado por cierto, por si alguien tenía alguna duda)). 

Y una media hora más tarde, ¡llegamos a Ella Rock! Como cualquier sitio turístico en este país, te hacen pagar por el mirador. Tiene un coste de 930 LKR (marzo 2025). La verdad es que las vistas son increíbles, pero me parece demasiado caro solo para caminar unos metros más. 

Después de admirar las vistas un buen rato, fuimos a otro mirador que hay por la zona (este gratuito, así que puede ser una gran alternativa si no deseáis pagar los 3€ por el mirador de Ella Rock). Veréis un cartel indicándolo o sino desde maps.me veréis que hay otro mirador marcado como “viewpoint”. 

Tras disfrutar de la panorámica, empezamos a volver, pero decidimos volver por otro camino para hacer una ruta “circular”. Bueno eso es una prueba de que no siempre puedes fiarte de maps.me, ya que decía claramente que había camino y nos tocó cruzar un río para poder seguir el camino. 😂 Pero quitando ese pequeño detalle, había camino.

Sobre las 14h ya estaba de vuelta en mi alojamiento. Me duché, trabajé un ratito y bajé al pueblo a comer y pasar la tarde leyendo un libro en alguno de sus bares.

Día 20: Traslado Ella – Tissamaharama y paseo al atardecer 

Hoy me despido de Ella para seguir mi ruta por Sri Lanka y dirigirme a Tissamaharama, un pequeño pueblo popular por ser la base ideal para visitar el Parque Nacional de Yala.

A pesar de que encontraréis a mucha gente ofreciéndoos vans para ir más rápido y fácil a Tissamaharama, la verdad es que hay un bus que hace el trayecto directo Ella – Tissamaharama (bus en direccional a Katharagama), así que no tiene ningún misterio. Hay 4 buses al día (marzo 2025): 11:15h, 12:45h, 14:45h y 15:30h.

Yo cogí el bus de las 11:15h (llegó 10 minutos tarde) y sobre las 14h ya estaba en Tissamaharama, así que como podéis ver, solo son 2 horas y media de trayecto. 

Después de dejar la mochila en el hotel, salí a dar un paseo por Tissamaharama a comer algo y en busca de su gran lago; pero de camino al lago un hombre me paró para ofrecerme el tour al Yala al día siguiente. La verdad es que es un poco incómodo cuando tu solo quieres pasear y vienen a venderte cosas, pero como realmente era un tour que quería hacer, decidí escucharlo. Finalmente, a pesar de que me hacía un precio algo mejor que en el hotel, me daba más confianza reservarlo con el alojamiento. Es mucho dinero a adelantar como para dárselo a cualquiera que te ofrezca un tour por la calle, pero es verdad que al día siguiente en mi mismo jeep iban dos chicas que lo habían reservado por la calle.

En fin, con tanto negociar para el tour del día siguiente, al final no fui al lago; pero acordé con el dueño del hotel que lo reservaba con ellos si me daba después un paseo por el pueblo. Así que sobre las 17:30h me llevó en su moto a recorrer los lagos de Tissamaharama y ver el atardecer junto a un montón de murciélagos que salen a comer. 

La verdad es que no era consciente de que Tissamaharama tuviera algo más que ofrecer más allá de Yala y me pareció una zona muy bonita para dedicar un par de días.

Día 21: Safari en el Parque Nacional de Yala 

4:15h de la mañana. Soy de madrugar pero la verdad es que las 4 de la mañana es ¡demasiado! 😂 Pero a las 5 me recogían y tenía que revisar un par de mails urgentes antes de irme, ya que iba a estar todo el día fuera, así que no me quedaba más remedio.

A las 5 en punto el jeep me recogió en mi alojamiento y fuimos hacia Yala, donde llegamos poco antes de las 6am, hora a la que abre el parque. Esperamos con algunos jeeps más y, en cuanto abrió, empezamos a explorarlo.

La verdad es que Yala es un Parque Nacional muy popular, por lo que encontraréis muchos más jeeps buscando a los mismos animales que vosotros. Aún así, me pareció una experiencia ¡increíble!

El animal más demandado sin ninguna duda es el leopardo, y lo que todos buscábamos. Habían dicho que a primera hora habían visto un leopardo por X zona, así que nos pusimos a ello. Finalmente lo encontramos y ¡pudimos verlo! tumbado entre los arbustos (imposible hacer una foto, no se distinguía nada). Eso sí, rodeados de 20-30 jeeps más.

Poco después también vimos a un ¡oso negro! Y este no estaba tumbado, sino que estaba caminando por el parque, lo que lo hace mucho más impresionante. De nuevo, los animales son muy rápidos y generalmente se ven de lejos, así que pude verlo pero no me dio tiempo de hacerle ninguna foto. 

Lo que sí pudimos ver de cerca y sin ningún problema fue a un pavo real bailando para intentar seducir a la hembra; toda una experiencia. A pesar de que estuvo un buen rato moviéndose, ella no le hizo nada de caso 😅;.

Sobre las 8 de la mañana, después de haber visto un cocodrilo, un leopardo, un oso, pavos reales, ciervos… paramos junto a un lago a desayunar y descansar un poco.

Alrededor de las 10 de la mañana, volvimos de nuevo a ver algunos animales, principalmente ¡elefantes! En estos países es muy habitual ver elefantes en las ciudades turísticas, pero no en libertad; por lo que fue increíble poder ver elefantes salvajes en libertad. 

A las 12 del mediodía nos fuimos a una zona de playa donde hay un restaurante a comer, ya que el Parque Nacional cierra de 12h a 14h para garantizar tranquilidad a los animales también durante el día.

Y a las 14h en punto salíamos de nuevo a la búsqueda. Encontramos varios elefantes, entre ellos un macho que decían que había atacado hacía unos días a un jeep, así que todos iban con mucho cuidado; pero pudimos acercarnos un poco y verlo bien… ¡increíble!

Después tuvimos un pequeño problema cuando íbamos en busca de otro leopardo y es que el jeep se quedó completamente atascado en el barro y no había forma de sacarlo. Estuvimos allí un buen rato y unos 6-7 jeeps probaron de ayudarnos y nada. Al final, entre dos jeeps y no sé cuantas personas empujando ¡conseguimos sacar el jeep!

Eso sí, el leopardo ya se había ido así que nos quedamos sin verlo. Solo tuvimos la experiencia de estar fuera del jeep (totalmente prohibido por seguridad) sabiendo que había un leopardo a unos 100 metros y que, por nuestro bien, esperábamos no ver. 😂

Sobre las 18h salimos del parque y volvimos hacia el hotel.

Día 22: Traslado Tissamaharama – Mirissa y paseo por Mirissa

Después de un día intenso de safari, toca moverse de nuevo e ir hacia el sur, hacia la costa. De nuevo, a pesar de que lo que os digan, hay buses directos Tissamaharama – Mirissa. Me dijeron que pasaban cada media hora aproximadamente, pero los fines de semana siempre hay menos buses. Así que después de esperar unos 30-40 minutos, apareció el bus que me llevaría directamente a Mirissa.

El bus tardó unas 3 horas, por lo que llegué a Mirissa al mediodía. Dejé la mochila y me fui directa a comer en un pequeño bar que encontré cerca del alojamiento.

Ya con la barriga llena, me fui a dar un paseo por Mirissa. Recorrí gran parte de Mirissa Beach hasta llegar a una de las esquinas, donde volví a la carretera principal para ir hacia Secret Beach, a unos 20 minutos andando de la playa de Mirissa. 

A pesar de lo que diga su nombre, como seguramente ya os esperabais, de secreta no tiene nada, pero la verdad es que es ¡preciosa! El agua está mucho más tranquila que en Mirissa Beach, ya que es más una cala que una playa y hay una zona “protegida” entre rocas, por lo que es mucho más cómodo para bañarse y hacer snorkel. Y así pasé el resto de la tarde: sol, baño, leer y vuelta a empezar. 

Sobre las 17:30h, empecé a volver pero, en vez de ir directa hacia mi hotel, decidí investigar el lado opuesto de la carretera, llegando a Catamaran fishing boats beach. Me pareció una playa mucho más auténtica y, aunque el agua no es transparente ni mucho menos (me recordó a las playas de Negombo), sí me pareció muy bonito el contraste de la playa con los barcos pesqueros de colores y las palmeras de fondo.

Un ratito más tarde, volví a la carretera principal, cené una buena pizza y de vuelta al hotel.

Día 23: Día de trabajo y atardecer en Coconut Tree Hill

Después del día de safari y traslados al día siguiente, la verdad es que tenía varias cosas acumuladas, así que, después de salir a correr media horita por la playa de Mirissa, aproveché toda la mañana para trabajar.

Ya por la tarde, fui al rincón más popular de Mirissa, Coconut Tree Hill. La mayoría de la gente va al atardecer pero, como sabía que iba a estar repleto de gente, decidí ir más temprano y ver el atardecer desde una de las playas que hay junto al mirador.

La verdad es que pensaba que Coconut Tree Hill me iba a decepcionar pero, ¡me encantó! Encontraréis gente, sí, pero el rincón es precioso y desde allí podréis ver a simple vista tortugas nadando cerca de las rocas; 100% recomendado.

Día 24: Excursión a Galle

Nuevo día en Mirissa y hoy he decidido irme de excursión a otro de los pueblos más populares del sur de Sri Lanka, Galle.

Galle es una ciudad colonial con casco histórico precioso. Mucho color, tiendas y bares con encanto y unas calles repletas de ambiente. Aunque hay varias iglesias y museos, el centro es pequeñito, así que simplemente paseé y me dejé deslumbrar por cada uno de sus rincones, cada cual más bonito que el anterior hasta llegar al Faro de Galle, donde también encontraréis una pequeña playa preciosa donde suelen bañarse los locales.

Después de pasear por Galle, aproveché para comer el famoso curry de Sri Lanka y, sobre las 16h, cogí el bus de vuelta a Mirissa, donde pasé el resto de la tarde trabajando.

Día 25: Día de trabajo y relax

La principal ventaja de trabajar online es también su gran “problema” y es que, aunque esté de viaje, tengo que seguir trabajando. Y viajar y trabajar a la vez es más cansado de lo que la mayoría pensáis; así que hay días que toca trabajar una jornada normal y descansar en la playa o paseando por la zona; y eso fue exactamente lo que tocaba hoy, trabajar y descansar. 

Día 26: Paseo por Mirissa

Último día en Mirissa y hoy salgo a dar un paseo por una zona más de interior para ver qué hay en Mirissa más allá de las playas. He ido caminando desde el pueblo hasta la zona del lago Garadu Gaga y el camino ¡me ha encantado! Sri Lanka tiene playas bonitas pero, sin ninguna duda, sus paisajes verdes son lo que más la caracterizan.

Uno de los sitios que he encontrado por el camino ha sido el templo Naditerarama Royal desde donde, además de visitar el templo, podréis admirar el lago desde las alturas. 

Mi idea era seguir un rato más caminando pero hacía bastante calor, así que después de aproximadamente una hora de paseo, he ido en dirección la playa. Y de camino me he encontrado este bonito templo: Sri Subhadrarama Viharaya. Además, me ha parecido que se podía llegar a la playa atravesando el recinto del templo así que así he acabado la mañana, tirada en una playa enorme completamente sola (con un par de monjes que se estaban sentados en un banco junto al templo).

Ya alrededor de las 2 del mediodía, he empezado a volver, haciendo una paradita para comer en un bar de carretera y he pasado el resto de la tarde trabajando y acabando de organizar el siguiente destino. ¡Me voy a las Maldivas!

Día 27: Traslado Mirissa – Colombo

Hoy toca un día largo de traslados, y es que decidí hacerlo en bus “normal” en vez del bus para turistas que va por la autopista, así que me esperaban unas 5 horas de trayecto hasta Colombo

Salí temprano del alojamiento para intentar no llegar muy tarde y a las 8:45h ya estaba cogiéndooslo el bus. Después de recorrer toda la costa, llegamos a Colombo a las 13:30h. ¿Pensabais que ya estaba? Pues no. Resulta que también decidí que no me quería alojar en Colombo sino que busqué un hotel más cerca del aeropuerto, así que tocaba cambiar de bus y una hora más de trayecto.

Alrededor de las 15h llegué al hotel que, por cierto, era muchísimo peor de lo que esperaba. Pero bueno tenía trabajo acumulado de la mañana así que decidí quedarme y no perder más tiempo.

Estuve toda la tarde trabajando y sobre las 19h salí a cenar al bar más cercano que encontré y cené rice and curry con pollo por ¡menos de 1,5€! Que bien le sienta a mi cartera salir de las zonas turísticas.

Día 28: Despedida de Sri Lanka y vuelo a las Maldivas

Último día en Sri Lanka y mi plan de hoy es simplemente descansar en el alojamiento, pasear por la zona, y adelantar cualquier posible trabajo antes de coger el avión a ¡Maldivas!

¡Adiós Sri Lanka! Ha sido un placer estar por aquí estas 4 semanitas.

Y hasta aquí el itinerario desglosado de mi ruta por Sri Lanka en 28 días. A continuación tenéis el presupuesto de viaje, por si os ayuda a organizar el vuestro.

Presupuesto para viajar a Sri Lanka en 28 días

Sri Lanka es un país bastante económico, aunque tengo que reconocer que fue más caro de lo que me esperaba, sobretodo en entradas y comidas en zonas turísticas.

A continuación tenéis todos mis gastos completamente desglosados para que sepáis exactamente en qué me gasté el dinero durante mi viaje a Sri Lanka y así podáis valorar lo que os podría costar (presupuesto para 1 persona). Al final del post, también tenéis un resumen del presupuesto total del viaje así como el precio medio por día.

Gastos previos al viaje

Gasto total previo al viaje: 859,65€

En cuanto a los vuelos, tened en cuenta que yo no volvía a España sino que seguía mi viaje a las Maldivas. En caso de coger vuelos de ida y vuelta, deberéis sumar unos 200€ más en los gastos previos. En cualquier caso, os recomiendo mirar los precios de los vuelos desde vuestra ciudad y en las fechas que os interese aquí, ya que pueden variar mucho.

En cuanto al alojamiento, yo me alojé siempre en habitaciones privadas, generalmente en homestays, por precios bastante económicos, con una media de unos 10€/noche. A partir de esos precios (lo más barato que encontré que estuviera bien), tenéis alojamientos para todos los gustos y bolsillos. Podéis ver otras opciones aquí.

Por lo tanto, mi presupuesto total previo al viaje fue de unos 860€. 

Si queréis buscar formas alternativas de alojaros y así no gastar ese dinero y aprovecharlo para alargar vuestros días de viaje, en este post sobre las aplicaciones imprescindibles para viajar, os enseño 3 plataformas con recursos para alojaros completamente gratis.

Otro gasto imprescindible previo a viajar es el seguro de viaje. Aunque no sea un requisito como tal, sí es muy recomendable llevarlo y hoy en día hay seguros realmente muy económicos. Yo viajé con HeyMondo, como siempre, y me costó unos 100€ los 28 días (incluye también 18 días en Maldivas). Os dejo por aquí un 5% de descuento si os animáis a reservarlo con ellos (conmigo siempre han respondido muy bien las veces que lo he necesitado).

Gastos durante el viaje

  • Día 1: 0 LKR (día de viaje)
  • Día 2: 1260 LKR (aproximadamente 4€)
    • Tuk tuk aeropuerto – hotel en Negombo: 700 LKR
    • Agua grande: 160 LKR
    • Agua 5L: 400 LKR
  • Día 3: 920 LKR (aproximadamente 3€)
    • Desayuno (bocadillo): 50 LKR
    • Comida: 590 LKR
    • Cena: 280 LKR
  • Día 4: 2200 LKR (aproximadamente 7€)
    • Desayuno + agua: 440 LKR
    • Bus Negombo – Colombo: 150 LKR
    • Bocadillo: 100 LKR
    • Compras varias: 350 LKR
    • Rollito pollo: 80 LKR
    • Crema aftersun + batido cacao: 760 LKR
    • Bus Colombo – Negombo: 150 LKR
    • Agua fría: 170 LKR
  • Día 5: 1310 LKR (aproximadamente 4,50€)
    • Desayuno + agua: 330 LKR
    • Bus Negombo – Kurunegala: 270 LKR
    • Bus Kurunegala – Dambulla: 250 LKR
    • Bus Dambulla – Sigiriya: 100 LKR
    • Rollito pollo: 100 LKR
    • Agua: 160 LKR
    • “Pasta” de cebolla con curry: 100 LKR
    • Cena: gratis (me invitaron, el coste fue de 1200 LKR)
  • Día 6: 4810 LKR (aproximadamente 12,50€)
    • Bus Sigiriya – Dambulla: 90 LKR
    • Agua: 170 LKR
    • Entrada cuevas Templo de Oro de Dambulla: 2000 LKR
    • Comida: 550 LKR
    • Compra súper: 350 LKR
    • Bus Dambulla – Sigiriya: 100 LRK
    • Bocadillo: 150 LRK
    • Agua 5L: 400 LRK
  • Día 7: 1560 LKR (aproximadamente 5€)
    • Agua: 160 LKR
    • Rollito: 100 LKR
    • Frankfurt: 300 LKR
    • Entrada Pidurangala Rock: 1000 LKR
  • Día 8: 1200 LKR (aproximadamente 4€)
    • Comida: 1200 LKR
  • Día 9: 2680 LKR (aproximadamente 8,70€)
    • Alquiler bici: 1000 LKR
    • Agua: 160 LKR
    • Comida: 1000 LKR
    • Agua: 160 LKR
    • Cena + agua: 360 LKR
  • Día 10: 2440 LKR (aproximadamente 8€)
    • Bus Sigiriya – Dambulla: 150 LKR
    • Bus Dambulla – Kandy: 470 LKR
    • Samosas: 40 LKR
    • Baño: 30 LKR
    • Bocadillo: 80 LKR
    • Bus Kandy – Nuwera Eliya: 570 LKR
    • Cena: 700 LKR
    • Agua 5L: 400 LKR
  • Día 11: 13480 LKR (aproximadamente 43€)
    • Desayuno: 230 LKR
    • Tuk Tuk a Hortons Plains: 3000 LKR
    • Samosas: 75 LKR
    • Entrada Hortons Plains: 9725 LKR
    • Cena: 450 LKR
  • Día 12: 1340 LKR (aproximadamente 4,50€)
    • Desayuno: 100 LKR
    • Agua: 130 LKR
    • Samosas: 40 LKR
    • Comida: 160 LKR
    • Agua: 160 LKR
    • Cena: 700 LKR
    • Galletas: 50 LKR
  • Día 13: 2960 LKR (aproximadamente 9,50€)
    • Agua: 170 LKR
    • Comida: 2480 LKR
    • Agua: 160 LKR
    • Galletas: 150 LKR
  • Día 14: 2890 LKR (aproximadamente 9€)
    • Desayuno: 130 LKR
    • Agua: 140 LKR
    • Bus Nuwara Eliya – Nanuoya: 70 LKR
    • Tren Nanuoya – Ella: 945 LKR
    • Agua: 160 LKR
    • Cena: 1045 LKR
    • Agua 5L: 400 LKR
  • Día 15: 1835 LKR (aproximadamente 6€)
    • Algo para picar: 200 LKR
    • Agua: 160 LKR
    • Cena: 715 LKR
    • Algo para picar: 600 LKR
    • Agua: 160 LKR
  • Día 16: 1045 LKR (aproximadamente 3€)
    • Comida: 1045 LKR
  • Día 17: 3960 LKR (aproximadamente 12€)
    • Comida: 1210 LKR
    • Milkshake: 880 LKR
    • Cena: 1870 LKR
  • Día 18: 1450 LKR (aproximadamente 4,50€)
    • Camisa: 300 LKR
    • Agua: 160 LKR
    • Comida: gratis (me invitaron, el coste fue de 825 LKR)
    • Cena: 990 LKR
  • Día 19: 3655 LKR (aproximadamente 11,50€)
    • Entrada Ella Rock Viewpoint: 930 LKR
    • Cena: 1925 LKR
    • Roti nutella: 800 LKR
  • Día 20: 2230 LKR (aproximadamente 7€)
    • Bus Ella – Tissamaharama: 480 LKR
    • Batido cacao: 130 LKR
    • Agua: 160 LKR
    • Comida: 100 LKR
    • Cena: 1360 LKR
  • Día 21: 21000 LKR (aproximadamente 65€)
    • Safari día completo en Yala: 21000 LKR
  • Día 22: 8274 LKR (aproximadamente 25,50€)
    • Desayuno: 200 LKR
    • Bus Tissamaharama – Mirissa: 450 LKR
    • Comida: 990 LKR
    • Agua: 160 LKR
    • Cena: 2460 LKR
    • Compra súper: 3614 LKR
    • Agua 5L: 400 LKR
  • Día 23: 160 LKR (aproximadamente 0,50€)
    • Agua: 160 LKR
  • Día 24: 1380 LKR (aproximadamente 4,50€)
    • Agua 5L: 400 LKR
    • Bus Mirissa – Galle: 200 LKR
    • Agua: 130 LKR
    • Comida: 450 LKR
    • Bus Galle – Mirissa: 200 LKR
  • Día 25: 3570 LKR (aproximadamente 11€)
    • Crema de sol + aftersun: 2360 LKR
    • Repelente mosquitos: 650 LKR
    • Compra super: 560 LKR
  • Día 26: 3630 LKR (aproximadamente 11,50€)
    • Comida: 550 LKR
    • Cena: 3080 LKR
  • Día 27: 1790 LKR (aproximadamente 5,50€)
    • Bus Mirissa – Colombo: 550 LKR
    • Agua: 160 LKR
    • Comida: 260 LKR
    • Bus Colombo – Riverside Hotel: 100 LKR
    • Agua: 160 LKR
    • Cena: 400 LKR
    • Agua: 160 LKR
  • Día 28: 2120 LKR (aproximadamente 6,50€)
    • Desayuno: 270 LKR
    • Comida: 400 LKR
    • Mini compra super: 350 LKR
    • Bus Riverside Hotel – Aeropuerto de Colombo: 100 LKR
    • Comisión cambio LKR – USD: 1000 LKR

Gasto total durante el viaje: 95149 LKR —> aproximadamente 296€ —> aproximadamente 10,50€/día

Por lo tanto, el presupuesto total durante el viaje a Sri Lanka en 28 días fue de unos 300€, lo que se traduce en unos 10,50€ diarios, incluyendo todos los gastos. 

Tened en cuenta que todo el viaje fue low cost: comiendo en bares económicos y cocinando algunas comidas en la zona de costa. Evidentemente, podéis gastar mucho más durante vuestro viaje si no vigiláis los precios.

Presupuesto total para Sri Lanka en 28 días

  • Gastos previos al viaje: 859,65€
    • Vuelo llegada y salida de Sri Lanka: 471,67€
    • Alojamiento: 241€ 
    • Visado: 50,29€
    • Seguro de viaje: 96,69€
  • Gastos durante el viaje (28 días): 95149 LKR (aproximadamente 296€)
    • Transporte (bus, taxi, bici, tren…): 10095 LKR (aproximadamente 31,50€)
    • Comida y bebida: 44949 LKR (aproximadamente 140€)
    • Entradas: 13655 LKR (aproximadamente 42,50€)
    • Tour (safari): 21000 LKR (aproximadamente 65,50€)
    • Otros (compras): 5450 LKR (aproximadamente 17€)

Gasto total Sri Lanka en 28 días: aproximadamente 1156€ -> aproximadamente 41,50€/día

Por lo tanto, el presupuesto total de Sri Lanka en 28 días fue de unos 1150€, lo que se traduce en unos algo más de 41€ diarios, incluyendo todos los gastos. 

¿Se puede reducir el presupuesto? Consejos para viajar barato por Sri Lanka

Sí, aunque el viaje fue low cost, se puede reducir algo más el presupuesto.

Como habéis visto durante el desglose de los gastos, la mayor parte del presupuesto se va en los alojamientos, así que es donde es más fácil reducir el gasto. En mi caso, yo iba trabajando por lo que el acceso a Internet era un imprescindible en cualquier alojamiento. Hay hoteles más económicos sin wifi o, si sois dos, pagaréis la mitad. 😅

El otro punto donde podéis reducir el coste es en entradas y tours, pero sinceramente creo que todos los lugares que visité son imprescindibles y vale la pena pagar la entrada.

En cuanto a las comidas, yo casi siempre comía comida local, pero hubo algunos días que me di caprichos y cené en sitios “europeos” que aumentaron bastante el gasto respecto a los precios habituales de la comida en Sri Lanka. Aún así, no creo que pueda reducirse mucho más. 

En relación al transporte, no creo que podáis reducir mucho, ya que me moví casi siempre en transporte público y caminé bastante. Podrías reducir algo el presupuesto quitando el taxi a Hortons Plains, pero ya está.

El resto de gastos no se pueden reducir más. 

Y hasta aquí toda la información sobre mi itinerario y presupuesto en Sri Lanka en 28 días! Espero que os sirva para organizar vuestro viaje y para tener una idea de los costes exactos de los servicios en Sri Lanka. Cualquier duda o pregunta que tengáis, podéis dejármela en los comentarios o escribirme a info@travellingtolive.com

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