Qué ver en MENORCA – Cala del Pilar

¡Hola chicos! Sé que llevo unos días desaparecida por el blog, pero entre viajes y estudios, y ahora encima el canal de YouTube, apenas tengo tiempo de escribir. Pero allá va. Hace apenas unas semanas nos fuimos mi mami y yo a… ¡¡Menorca!! La verdad es que yo tenía muchas ganas de conocer Baleares, ya que vivo muy y solo conocía Mallorca. Así que decidí que este verano tocaba una espadita a una de sus increíbles islas.

Mi idea inicial era volar a Ibiza y coger un barco a Formentera, una isla que por las fotos parece preciosa!! Pero después resultó que mi padre tenía un amigo con un piso en Menorca, de forma que si íbamos allí nos ahorrábamos el alojamiento. Y esa fue nuestra principal razón para escoger la isla. Y tengo que reconocer que estoy encantada con la decisión que tomamos, porque la verdad es que en agosto Baleares está a tope y, generalmente, el turismo de Menorca es mucho más tranquilo que en las otras islas.

Así que una vez escogida la isla empezamos a buscar vuelos y al final nos fuimos del 2 al 8 de agosto por 65 euros ida y vuelta cada una (vuelo directo desde Barcelona). Así que el precio estaba genial! Porque en esas fechas todo es ¡carísimo!

Y una vez comprados los vuelos empezamos a organizar la ruta: qué pueblos queríamos visitar, qué calas o playas eran imprescindibles, y como movernos por la isla. Y ahí vino donde decidimos alquilar una moto. A mi madre siempre le ha gustado ir en moto y, aunque yo prefiera el coche, es cierto que en verano, con tanto turista, una moto es muchísimo más cómoda, ya que puedes aparcar sin muchos problemas en el centro del pueblo o a pie de playa. Y encima gasta muchísimo menos que un coche! Así, que eso hicimos. Y empezamos a buscar alquileres de motos y todo nos parecía carísimo. Pero había que hacerlo (el transporte público en las islas no suele ser muy bueno). Más o menos todas las empresas ofrecían los mismos precios; al final nos costó 225€ durante 5 días con seguro a todo riesgo.

Y en cuanto a preparativos y gastos iniciales poco más. Simplemente estuvimos intentando organizar qué veríamos cada día para no perder mucho tiempo allí y buscamos qué tramos del famoso “Camí de Cavalls” queríamos hacer.

Qué ver en MENORCA – Cala del Pilar y alrededores

Día 5: Cala Galdana, Cala Mitjaneta, Cala del Pilar, Playa de la Cavallería, Playa de Binimel·là y Cala Pregonda

Cala Galdana

¡Nuevo día en Menorca! Hoy hemos descansado hasta más tarde, ya que el día anterior fue duro. Cogimos la moto sobre las 8:30-9 de la mañana y a las 9:30 ya estábamos en nuestro primer destino del día: la Cala Galdana, que más que una cala es una playa, porque es grande y tiene hasta chiringuitos! Llegar allí es súper fácil y se aparca prácticamente al lado del mar. Es una cala preciosa y con muchos más servicios que el resto de playas en las que solemos estar, pero, desde mi punto de vista, las grandes playas con barcos y chiringuitos no son tan bonitas como esas calitas a las que tardas media hora andando por las rocas en llegar y no hay ¡¡prácticamente nada!! Así que la cala me gustó, pero no fue una de mis preferidas.

Cala Mitjaneta

Como no hacía mucho calor aun, decidimos no bañarnos, pero si estuvimos una media horita paseando por la orilla. Y ya sobre las 10-10:30 de la mañana volvimos a la moto para irnos a la Cala Mitjana. Desde la Cala Galdana hay unos 10 minutos en coche hasta el párquing más cercano y, desde allí, toca andar por el Camí de Cavalls un buen rato hasta la cala. Pero antes de llegar, os encontraréis con una cala más chiquitita y preciosa: la Cala Mitjaneta, que nos encantó!! Es una cala preciosa con súper poco trozo de arena y bastante gente, pero es increíble! Eso sí, como es tan chiquitita, hay que dejar las cosas encima de las rocas para que no se mojen, o bien en la parte alta, antes de bajar a la cala. Pero ahí sí que nos bañamos, y un buen rato, disfrutando de su agua cristalina!!

Cala del Pilar

Y después de una horita disfrutando de esa preciosa cala, empezamos a subir de vuelta a la moto para irnos a la Cala del Pilar, al otro lado de la isla. Tardamos una media hora en moto de una cala a otra, o al menos, hasta el párquing, ya que desde ahí nos tocaba una larga caminata hasta la cala: 45 minutos de caminar, incluyendo un tramo a pleno sol entre las rocas. Pero valió la pena! Sobre todo porque era una playa muy distinta a las que habíamos visto hasta entonces. Es una cala rodeada por rocas de color rojizo y justo antes de bajar a ella tendréis unas vistas impresionantes! Así que después de nuestros 45 minutos de caminar bajamos directas a la playa, dejamos las cosas en un rinconcito, y al agua!! Nuestra idea era comer allí, pero no había sombras y había bastantes abejas, de manera que no nos pareció muy cómodo, así que sobre las 2 del mediodía decidimos empezar a subir, ya que a medio camino habíamos visto unas mesas en la sombrita ideales para descansar y reponer fuerzas mientras comíamos. La verdad es que la Cala del Pilar me pareció bonita y muy diferente al resto, pero hay que estar en buena forma física para llegar, ya que, aunque el camino no es muy complicado, sí que es bastante rato a pleno sol.

Y después de descansar un ratito, seguimos el camino de vuelta al a moto para dirigirnos a nuestras últimas playas del día: la Playa de Binimel·là y la Cala Pregonda. Ambas playas se encuentran bastante cerca de la Cala del Pilar, pero como los caminos generalmente están llenos de curvas, se tarda más de lo esperado en llegar. Así que, de camino, decidimos hacer una parada en uno de los pueblos centrales de la isla: Es Mercadal. Allí aprovechamos para pasar por un súper a comprar agua, que después de la caminata hasta la Cala del Pilar nos habíamos quedado sin provisiones, y a tomarnos la Coca-Cola del día en algún bar. Y después de descansar un ratito, dimos una vuelta por el pueblo por sus callecitas blancas hasta llegar a un molino convertido en bar. La verdad es que el pueblo es bastante bonito y, encima, no había ni un turista! Así que estuvimos genial!!

Y una horita después cogimos de nuevo la moto para irnos hacia las dos últimas playas,  llegando al párquing de la Playa de Binimel·là sobre las 5 y media de la tarde.

Playa de la Cavallería

Inicialmente queríamos hacer el tramo del Camí de Cavalls desde la Playa de Binimel·là hasta la Playa de la Cavallería (algún día a primera hora), pero como yo tenía la quemadura, no podía andar tanto rato por esos caminos, así que decidimos no hacer el camino e ir en moto a la primera y última playa de la ruta (aunque la Playa de la Cavallería la dejamos para otro día).

Playa de Binimel·là y Cala Pregonda

Así que una vez aparcadas, empezamos a andar hacia la Playa de Binimel·là que, por suerte, está súper cerca del párquing!! Y una vez allí nos dimos un buen chapuzón. La playa es bonita, pero, en comparación con las otras, no me pareció tan espectacular, así que después de una media horita allí, decidimos espabilar e ir andando hasta la Cala Pregonda, y esta sí que nos encantó!! Desde la Playa de Binimel·là se tardan unos 15 minutos de recorrido bastante fácil, así que podréis llegar sin ningún problema. Y aquí sí que nos apalancamos más rato, disfrutando de las aguas cristalinas con unas vistas preciosas de las rocas y mini-islotes en el mar.

Y ya sobre las 7 de la tarde volvimos hacia la moto para volver a Mahón. Y, aprovechando que era temprano, pasamos por el Mercadona que hay a las afueras de la ciudad a comprar provisiones para los últimos dos días (o día y medio, o incluso menos) en la isla.

Continuará

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